Una cama abrigadora para reducir los efectos de las HELADAS en el sur del país

→ Proyecto desarrollado por Enrique Pujada y Alex Marmolejo, docente y estudiante de nuestra Facultad de Negocios, utiliza energía solar y contribuirá a disminuir las enfermedades que acarrea el frío extremo.

El fenómeno de “friaje” se produce año tras año con un elevado costo de vidas humanas en las zonas altas del sur del país. También se pierden cabezas de ganado y las viviendas y escasa infraestructura vial quedan afectadas.

Y aunque a veces pareciera que la distancia nos vuelve insensibles a esta realidad, existen excepciones; excepciones como las de nuestro profesor de la Facultad de Negocios Enrique Pujada y nuestro estudiante de Negocios Internacionales Alex Marmolejo, quienes han desarrollado el proyecto “Cama Caliente con Energía Solar para Combatir Enfermedades Respiratorias en Zonas de Heladas”.

Como su nombre lo indica, el proyecto tiene por finalidad el diseño y fabricación de un prototipo de cama eléctrica alimentado con un sistema solar fotovoltaico para mantener calientes a niños y personas mayores que habiten en zonas rurales del sur, especialmente aquellas donde los efectos del frío son mayores.

El prototipo lo conforman una cama que contiene resistencias flexibles en la superficie, un sistema solar fotovoltaico que incluye paneles solares, baterías, un controlador y finalmente un tablero de control que tiene la función de apagar las resistencias al amanecer con el objeto de cuidar el banco de baterías.

En las siguientes líneas el profesor Pujada y Alex nos cuentan las motivaciones que tuvieron para diseñar el prototipo y lo que esperan lograr con él.

¿Cómo surge el proyecto? ¿Existen prototipos similares que se hayan probado en otros lugares?

El proyecto se inició con la curiosidad de Alex durante mi clase de Emprendimiento. Como estudiante, él quería desarrollar ropa caliente con baterías para deportistas y/o personas que van a zonas de nevados. Investigando por mi lado, y consultando a profesores y amigos, encontramos una situación en la que podíamos aplicar la idea con mayor utilidad: las heladas. Y fue como pasamos de ropa caliente con baterías a una cama solar de aplicación en época de heladas.

Las baterías se alimentan con energía solar y la idea pareciera no ser demasiado costosa. Sin embargo, ¿la producción de este sistema es escalable? ¿Cuál sería el costo aproximado de instalarlo en una casa rural de Puno, por ejemplo?

Enrique Pujada: Correcto, las baterías se cargan con energía solar fotovoltaica (eléctrica). El prototipo sí es escalable, pues se puede optimizar el tamaño del sistema fotovoltaico (panel solar – batería). Se estima que se podría vender el proyecto optimizado en 4 mil soles (más IGV).

Ustedes han experimentado ya los beneficios del sistema con una pareja mayor en cuya casa del Cusco se instaló el sistema. ¿Qué otros beneficios adicionales podríamos considerar?

Enrique Pujada: Se espera que la incidencia de enfermedades pulmonares de esta pareja de adultos mayores baje, pues conversamos con el médico de la posta del pueblo y nos indicó que mantener a una persona caliente durante la noche aumenta sus defensas y evita que se enfermen tan seguido. Sin embargo, para obtener data más real de ello se tendría que monitorear la salud de los beneficiarios durante un período más largo (más de 1 año).

¿El riesgo de un sobrecalentamiento que produzca quemaduras está descartado? ¿Se utiliza algún tipo de material aislante?

Enrique Pujada: Sí, correcto. El sistema utiliza bajo voltaje y la cantidad de amperios del sistema es muy bajo, además que las resistencias no superan lo 35° Celsius. De igual manera, para evitar algún percance, se han utilizado resistencias flexibles compuestas por un polímero que transmite el calor sin llegar a generar quemaduras. Las resistencias están introducidas en el colchón y se utiliza un cubrecama para evitar el contacto de la piel con ellas.

Una cama abrigadora para reducir los efectos de las heladas en el sur del país

Profesor Enrique Pujada y nuestro estudiante Alex Marmolejo sienten la satisfacción de poder ayudar a poblaciones de bajos recursos con un producto sustentable.

¿Qué pasos darán ustedes a continuación? ¿El prototipo está patentado?

Enrique Pujada: Estamos proyectando fundar una empresa para comenzar a ofrecer el producto de manera profesional. El primer prototipo ahora se encuentra en pruebas en Cusco y ha venido desempeñándose según lo esperado, hemos realizado una solicitud de patente. Como segunda parte del proyecto, estamos trabajando en un sistema para poder monitorear las temperaturas y a la vez en un segundo prototipo mejorado que sería instalado en Puno. Esta segunda etapa la estamos realizando gracias a ser uno de los ganadores del Concurso de Proyectos de Investigación 2019.

¿Qué satisfacciones les deja el haber desarrollado este proyecto?

Enrique Pujada: Por mi lado, es una gran satisfacción saber que tenemos un producto que sería de mucha utilidad para mitigar las heladas, pues al parecer las acciones realizadas hasta el momento no los reducen. El saber que estamos desarrollando un producto que sí es sustentable y tiene el potencial de reducir drásticamente los efectos negativos de las heladas, me enorgullece.

Alex Marmolejo: El hecho de ayudar a las personas más necesitadas del país es lo que me deja la mayor satisfacción, así como el ayudar a promover la investigación de proyectos innovadores en la universidad. También mostrarles a otros estudiantes que los proyectos que se generan en el aula pueden llegar a ser una realidad y no solamente una formalidad académica.

¿Están trabajando en algún otro proyecto de las mismas características?

Enrique Pujada: Como equipo, es el primer proyecto que en el que estamos trabajando.

Individualmente:

Enrique Pujada: Por mi lado, como profesor estoy trabajando en un proyecto de tostado solar para la elaboración de una bebida de legumbres. El proyecto está en ejecución.

Alex Marmolejo: Nos encontramos trabajando en un proyecto de las mismas características, que tiene que ver específicamente con la mejora del aprendizaje en estudiantes escolares y universitarios, además de motivarlos a sumergirse en la ciencia con maneras dinámicas. Con ello contribuiríamos a un acercamiento saludable en el ámbito académico. Es un proyecto social que incluye a quienes no tienen la posibilidad de acercarse a las nuevas técnicas de enseñanza. {upn.edu.pe}