Tarifas eléctricas: ¿el proyecto de Alcalá implicaría ALZAS para todos los usuarios?

→ La propuesta legislativa del congresista Percy Alcalá ‘sinceraría’ las tarifas eléctricas, es decir, generaría un aumento para las industrias en el corto plazo y para los clientes residenciales en el mediano plazo. Además, las pequeñas empresas no podrían transar en el mercado libre.

El proyecto de ley que busca reducir las tarifas eléctricas tendría el efecto contrario. De aprobarse, las tarifas para los clientes residenciales e industriales aumentarían. El efecto en los primeros se vería en los próximos dos a cinco años, mientras que en las industrias el impacto sería inmediato.

El proyecto del congresista de Fuerza Popular, Percy Alcalá, ha sido objeto de debate desde que fue propuesto en el 2017. Éste iba a ser discutido en el Pleno del Congreso en mayo, pero regresó a comisión debido a los reclamos de diversos actores del sector. La propuesta plantea incluir los costos fijos en la declaración de gas de las generadoras térmicas, que hoy solo declaran sus costos variables, y aumentar el rango mínimo —0.2 MW a 1 MW— para ser considerado un cliente libre, es decir, una empresa que no está sujeta al mercado de precios regulado por el Estado y que puede comprar energía directamente de los generadores.

LOS IMPACTOS
Al aumentar los costos declarados de las térmicas, se elevará de forma artificial el precio de la electricidad en el mercado spot, donde se transa la energía disponible a precios bajos. Éste está hoy deprimido, por lo que su alza significaría también un aumento de hasta 40% de la tarifa de los usuarios libres, según las mismas generadoras. Esto se debe a que éstas aprovechan los precios bajos del mercado spot para comprar electricidad y revenderla a mayores precios (pero menores a los regulados) en el mercado libre.



Las mayores tarifas forzarían a las generadoras a renegociar sus contratos con las industrias más intensivas en uso de energía, como mineras y cementeras. “El generador va a subirle el precio a los clientes libres”, asegura Luis Espinoza, consultor y exviceministro de Energía. Sin embargo, las generadoras tratarán de mantener la mayor cantidad de clientes. “Renegociaríamos prácticamente todos [los contratos con clientes libres]“, dice José Manuel Revuelta, country manager de Enel Perú, para no perder clientes.

En cuanto a los residenciales, el incremento en el precio spot tendrá un doble efecto en la tarifa regulada. En primer lugar, según estimados de Osinergmin, se reduciría en 0.5% el cargo por Prima RER, que es la diferencia entre el precio spot y los ingresos garantizados de las generadoras de energías renovables. Algunos agentes consideran que la reducción por este cargo sería mayor. “Al bajar la Prima RER haría que el consumo promedio de las casas baje en S/5″, comenta Pedro Lerner, gerente general de Celepsa.

El segundo efecto será el opuesto: un aumento en el componente de generación, que tiene un peso de 46% en la tarifa, explica Arturo Vásquez, director de investigación de la escuela de postgrado Gerens y exviceministro de Energía. Osinergmin y consultores coinciden en que el aumento sería de 6%, mientras que las generadoras térmicas aseguraron que sería de 10%. El alza recién se sentiría en el mediano plazo, cuando concluyan los contratos de suministro de energía firmados entre generadoras y distribuidoras, en dos a cinco años. “Las futuras compras serán más caras”, indica Javier Matos, consultor especialista en energía.

Sin embargo, Pedro Lerner, de Celepsa, y Juan Manuel Lopez, gerente comercial de Statkraft —ambas generadoras hidroeléctricas— coinciden en que la culminación de los contratos se dará en un plazo mayor de tiempo. “El precio a nivel de generación es el resultado de licitaciones de largo plazo convocadas por las distribuidoras de entre ocho y doce años”, dice Lerner. “Han habido extensiones de plazos de los contratos, por lo que la renegociación con las empresas distribuidoras será de acá a diez años”, agrega Lopez. Incluso, la distribuidora Luz del Sur argumenta que, tras el fin de los contratos, habrían varios inversionistas interesados que ofrecerían precios más atractivos en las próximas licitaciones públicas, lo que no afectaría la tarifa regulada.

Por otro lado, el proyecto de ley también forzará a las empresas que migraron al régimen libre regresar al mercado regulado cuando culminen sus contratos, lo cual incrementará sus tarifas. El impacto será principalmente para las empresas que demanden poca energía, como las pymes. Éstas tendrán que permanecer en el mercado regulado como mínimo tres años, según lo dispuesto en el dictamen de la comisión de Defensa del Consumidor. “Solo alrededor de 300 empresas se quedarían en el mercado libre”, dice Marco Mejía, presidente de la Comisión de Energía de la SNI. A febrero se registraron 1,844 contratos libres vigentes, según Osinergmin.

LA DISTORSIÓN, EL MEOLLO DEL ASUNTO
El proyecto de ley pretende acabar con la distorsión del sector eléctrico. Como ya han explicado, el Estado licitó varios proyectos de generación en el 2016, cuando se proyectaba una alta demanda energética. Sin embargo, la desaceleración económica recortó la demanda esperada y las generadoras quedaron sobrecontratadas, lo que provocó una distorsión de precios en el mercado libre y el mercado regulado, y deprimió el precio spot. Las generadoras eléctricas desataron una guerra de precios para captar clientes, que empezaron a migrar del regulado al libre, ya que sus precios era menores. Algunas generadoras optaron por la estrategia de comprar energía en el spot y luego revenderla a mayores precios en el mercado libre.

Así, varios actores del mercado —Termochilca, Fenix Power, Luz del Sur, entre otras— piden mayor transparencia y una auditoría externa a la declaración de precios de las térmicas, las cuales reportan costos cercanos a cero para asegurar su despacho. Sin embargo, de cara a los usuarios, la mayor transparencia generaría un incremento en sus tarifas. Luz del Sur considera que los usuarios tendrán, finalmente, el precio “real” del mercado. “La tarifa industrial será mayor al precio distorsionado, pero menor a lo que pagaban años atrás. Pueden obtener buenos precios, pero no como los que existen ahora”, indicó Mario Gonzales, gerente de desarrollo de la distribuidora.


Fuente: Semana Económica »