Nadie hablará de NOSOTRAS cuando hayamos muerto #8deMarzo


Nadie hablará de NOSOTRAS cuando hayamos muerto es considerada por la crítica “una de las películas más duras, negras y emocionantes del cine español”.

La consagración de una veterana

Tras una década escribiendo para otros, Agustín Díaz Yanes decidió con 45 años que él sería el director de sus propias historias. La decisión acarreó una tormenta de premios. Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto logró ocho estatuillas de las diez a las que optaba, y el director madrileño vio reconocida su doble labor: como guionista y como debutante. Victoria Abril, la protagonista del filme, ganó un Goya por primera vez, tras siete intentonas. También fue el primero para la ya veterana Pilar Bardem, con la que Abril formaba el tándem nuera-suegra en la aclamada cinta.

La carrera de Victoria Abril se encontraba en la cumbre. Tras 20 años en la profesión —en cuyos inicios compaginó el cine con la televisión, donde fue azafata del Un, dos, tres…—, se había convertido en imprescindible en las películas de Vicente Aranda y había vivido un idilio profesional con Pedro Almodóvar. Además, alternaba su trabajo en España con papeles en Francia. Tras el reconocimiento en los Goya, volvería a estar nominada por Sin noticias de Dios, otra película junto a Díaz Yanes, y por El séptimo día, de Carlos Saura. Su último gran reconocimiento ha llegado este año con el premio de honor en la última edición de los Premios Feroz, otorgados por la Asociación de Informadores Cinematográficos de España, que celebran sus más de 80 películas en sus 40 años de carrera.

Fuente: El País / @elpais_cultura

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