El «sí» a Bellido


» Es lógico que el premiere Guido Bellido chaccara hoja de coca durante la sesión para decidir si el Congreso le otorgaba o no el voto de confianza. Es una especie que estimula, ayuda a combatir la sed, el hambre y el cansancio, sirve para establecer conexión espiritual y evitar el mal de altura. El premiere necesitaba todos estos beneficios. Tenía que  estimular la confianza de 130, para lograrlo no debía parecer hambriento ni sediento de venganza ni cansado de tender puentes, debía establecer una conexión espiritual con la mayoría necesaria y, por supuesto, tenía que evitar el soroche que produce el poder para seguir en las alturas del gobierno.

Con las justas, pero la hoja de coca le funcionó y también, hay que decirlo, le dio un gran empujón hacia el sí que en las hojas de sus discurso no estuvieran dos palabras: Asamblea Constituyente. El horno no estaba para constituyentes. No se habló de Constituyente pero el presidente no cambió a ministros ni a premier. Una con otra.

Por una diferencia de 23 votos el congreso le ha dicho “sí”. Los mecenas de la confianza han sido; Podemos, Juntos por el Perú, Acción Popular y Alianza para el Progreso. La balanza la decantó Acción Popular que votó en bloque pero que tiene en su vientre varias facciones que pronto verán la luz; y Alianza para el Progreso el partido que puede cambiar de opinión por medio titular. No debería confiarse de esta confianza. El premier señaló que sus prioridades eran luchar contra la pandemia y la reactivación económica. Un desarrollo para todos, no solo para unos pocos, puntualizó.

Para lograrlo, el premier enumeró, por casi tres horas, las medidas que va a adoptar su gabinete: vacunatones y brigadas  en todo el país, negociar la compra de más vacunas, un plan nacional para enfrentar la tercera ola, unificar los sistemas de salud, cumplir con las deudas y reclamos del personal médico, potenciar el primer nivel de atención, destrabar proyectos de construcción de hospitales, entre otros. El presidente del consejo de ministros anunció que el Ministerio de Economía ya ha aprobado una partida incial de 2800 millones de soles para hacer frente a la Tercera Ola.

En lo relativo a la reactivación económica y creación de puestos de trabajo: anunció que el Banco de la Nación podrá dar créditos a tasas bajas de interés, que PetroPerú será reestructurado y entrará a la fase de exploración, anunció una inyección de 3000 millones de soles para que los municipios realicen obras de inversión, bonos de 100 soles para todos aquellos afectados por la pandemia con ingresos menores a los 3000 soles al mes, la segunda Reforma Agraria, el programa “Hambre Cero”, fondo de apoyo a las MYPES, ayudas para el sector turístico, facilitar la formalización de emprendedores, pensión para huerfanos, programa para carreteras, construcción de la nueva Carretera Central.

Guido Bellido reconoció que el Perú es un país eminentemente minero y agrícola. Anunció que se volverá a instalar la armonía de la Pacha Mama que existió durante milenios

Destrabar proyectos como: Chavic Mochic, Mages, Chinecas, programas de titulación, financiar las necesidades de los pueblos originarios, fortalecer la contraloría, serán otras de las prioridades. “Ustedes y nosotros tenemos que lograr que haya pena de cadena perpetua para los funcionarios corruptos que le quitan a los niños, a las mujeres y a los hombres que nos están escuchando ahora desde su pequeña radio”, dijo el premier.

Mucho qué y casi ningún cómo. Bellido leyó y aparentemente improvisó palabras que podría haber dicho Ghandi. Apeló al corazón de los presentes para pedir que confiaran en su gabinete y en gobierno del profesor Pedro Castillo, dijo que tenían que terminar con la confrontación y tomarse de las manos.

Su intervención fue un baile con pasos de salón, con pisada de cayos y con pisadas de palito incluídas. Bellido sacó su corazón y su maña al mismo tiempo.

El premier se había comprometido a saludar en quechua, traducir el saludo al castellano y continuar su discurso en castellano. Por esta razón no se convocó al traductor de quechua que hay en el Congreso. Bellido no cumplió y habló más de cuatro minutos en quechua y sin traducir una palabra.

La presidenta del Congreso, María del Carmen Alva, no respiró antes de controlar la situación. En un primer momento, le instó a que fuera traduciendo e increpó que hablase tantos minutos sin traducir.

Bellido estaba consiguiendo su cometido. Siguió en quechua. La presidenta del Congreso volvió a intervenir esta vez diciéndole que “por respeto al parlamento hablara en castellano porque no se le entendía”. Le dijo, incluso, que ella no lo entendía.  Una parte del hemiciclo empezó a gritar con rabia desaforada y con poco tino. Listo. En menos de cinco minutos al micrófono había logrado poner en evidencia al Congreso.

Valga decir que los que si tuvieron su traducción simultánea del quechua al español  fueron los sordomudos, porque Juanita la encargada de trasmitir las sesiones en lenguaje de signos, proviene de una familia quechuahablante. Parece que los sordos son los que hablan y escuchan.

La sesión empezó el jueves en la mañana y terminó el viernes pasadas las dos de la tarde y, claro está, escuchamos de todo. Los del no al gabinete Bellido fueron: Renovación Nacional, Juntos por el Perú, Fuerza Popular, Partido Morado y dos congresistas de APP.

Las intervenciones de algunos de ellos fueron directas a la yugular. Nano de algunos de sus integrantes Guerra García de Fuerza Popular, calificó al gabinete Bellido de divisionista e improvisado, la congresista Adriana Tudela de Avanza País acusó al premier de haber dado un discurso de falsa moderación porque en el fondo, dijo, lo que pretender el gobierno es enquistarse en el poder. Otros los vincularon con Sendero Luminoso y Movadef.

A las respuestas tampoco les faltó gas pimienta. Desde Juntos por el Perú le recordaron al fujimorismo el autogolpe del cinco de abril, las esterilizaciones forzadasel grupo Colinalas maletas con dólares. Acusaron a la oposición de doble moral y de no aceptar el resultado de las elecciones. Todo esto adornado con una prosa muy amable.

Debate de ideas y  propuestas hubo poco, salvo honrosas excepciones. Como las congresistas del Partido Morado que exigieron mayores puntualizaciones en el tema de educación y de méritos en la carrera ministerial, apoyo a la SUNEDU y respeto a las mujeres y a los colectivos LGTBI.

Los ministros también intervinieron. El que más preguntas tenía que responder era Pedro Franke, titular de Economía. Ante las reiteradas preguntas sobre la inflación  y su impacto sobre el costo de vida y de la canasta básica de alimentos el ministro explicó con toda la calma que el BCR es el encargado de mantenerla a raya, comparó la inflación del Perú con otros países vecinos para demostrar que tenemos unas de las tasas más bajas de inflación. Dijo sí estar preocupado por el aumento del precio de los productos de primera necesidad, justificó en parte el alza de precios por los movimientos de la economía mundial a causa de la pandemia y también hizo hincapié en que están tomando medidas para controlarlo.

Estos días de debate, hoja de coca y café, también han servido para que el premier pida disculpas a las mujeres por  algunos comentarios salidos de su machismo profundo. Pidió disculpas al mes de estar en el cargo, pero las pidió. Solo le faltó anunciar que encabezará la próxima marcha del Orgullo Gay.

También  se oficializó una alianza extraparlamentaria. El vocero de Fuerza Popular, Nano Guerra García informó al oficialismo que su partido tenía una alianza con el APRA Y EL PPC para luchar por la democracia. En las afueras del Congreso se congregó un grupo de manifestantes provacancia que el congresista salió a saludar efusivamente.

Los de la Alianza para el Progreso le llaman despectivamente “puka” Bellido, “rojo bellido”, lo tragicómico es ellos son los que levantan la bandera de la vacancia y escriben  también la palabra en color puka. El premier volvió a negar la vinculación de su gabinete y del gobierno con grupos subersivos y llamó a la unidad.

Realmente Guido Bellido gastó modos de político.

Judas inspira más confianza que la que el Congreso le ha dado al gabinete Bellido. El problema es que esta vez no solo se enfrentan ideologías. Se están enfrentando por el color y el origen. Si ese fuego se prende no habrá dios ni Wamani (dios de los cerros en quechua) que lo apague.


Anuska Buenaluque
Epicentro.Tv