Una agenda para el partido del CENTRO político


» Mientras que partidos de izquierda reaccionan al desafío climático con sus usuales reflejos de dirigismo estatal y de prohibiciones, los partidos de centro tienen la gran oportunidad de construir una agenda de sostenibilidad desde la libertad y la innovación, con y no en contra de la empresa privada.

En Europa, la agenda climática y de sostenibilidad ha llegado a la política para quedarse. Las elecciones al Parlamento Europeo en el año 2019 han demostrado que estos temas pueden definir no solamente el debate político si no concretamente campañas y el resultado de futuras elecciones. En América Latina, la región más biodiversa del mundo y con un potencial de energías renovables incuestionable, los retos del cambio climático —si bien se abordan por algunos gobiernos locales y nacionales— no se han podido materializar en la contienda electoral. Para poner un ejemplo reciente: en las últimas elecciones en Perú, solo 7 de 23 candidatos mencionaron el cambio climático y la sostenibilidad en sus propuestas políticas (SPDA, 2021). En las elecciones en Ecuador que se llevaron a cabo el mismo día, el cambio climático resultó un tema marginal (Montaño, 2021). En México y Chile, países en los que se acercan elecciones en los meses mayo y junio, el tema se ha limitado a unos pocos actores.

Los partidos de centro tienen la gran oportunidad de construir una agenda de sostenibilidad desde la libertad y la innovación, con y no en contra de la empresa privada

Con las actitudes cambiantes en las sociedades de América Latina y el potencial de los temas ambientales para decidir futuras elecciones, entonces nos debemos preguntar de manera más concreta: ¿por qué y sobre todo cómo se puede construir una agenda climática innovadora capaz de ganar mayorías políticas?

¿Por qué deberían los partidos incluir los temas de cambio climático y seguridad energética en sus agendas políticas?

La globalización económica evoluciona de manera constante; por este motivo debe plantearse nuevos y antiguos desafíos. Hoy en día, estos retos deben propiciar un ambiente de bienestar a las personas y al mismo tiempo preservar recursos naturales básicos para las futuras generaciones. Con un enfoque particular en el contexto del actual abastecimiento energético, que origina un creciente daño medioambiental, estos temas no solo representan un desafío regulatorio, sino también una preocupación de preservación. Mejor dicho, los retos de ahora y del futuro están vinculados con el cambio climático, el medioambiente y temas de abastecimiento de energía, por lo tanto, tratarlos de manera programática como partido resulta ser más obligación que una opción.

En línea con el punto anterior, antes de la pandemia actual, en América Latina se han visto protestas sociales y demandas de la población, lo que creó la necesidad de aumentar la capacidad de dar respuestas confiables y que a la vez sean fieles a los valores de los partidos democráticos. Con la pandemia azotando la región y desnudando los problemas económicos y sociales, las cuestiones del medioambiente parecen haber desaparecido de la agenda política. Para gobiernos (populistas) a favor de energías fósiles y sin conocimiento o interés por soluciones basadas en la naturaleza, ese contexto seguramente parezca favorable. Las demandas de la población, sin embargo, siguen muy vigentes y la idea de una recuperación sostenible exige contenidos concretos, enfocados en el bien común de la sociedad. ¿Quién debe dar respuestas entonces si no son los agentes políticos del centro que se encargan de la toma de decisiones?

Otra razón para tomar las riendas con el tema de la sostenibilidad se encuentra en la estructura de los electorados en la región: salvo pocas excepciones, históricamente los partidos no han tomado en cuenta el rol fundamental de los jóvenes para el futuro de los partidos, cuando son justamente las nuevas generaciones las que consideran los retos climáticos como mayor riesgo para su futuro. Adicionalmente, ha sido justo el voto joven que ha podido marcar cambios considerables en la región. Además, son también estas nuevas generaciones que vienen capacitándose en encontrar soluciones en la lucha contra el cambio climático. Por lo tanto, la inclusión de estos temas en la agenda política ofrece no solo una oportunidad para ganar nuevos miembros y votantes, sino que involucrar a profesionales capacitados puede contribuir a un perfil profesional de los partidos.

Tomando en cuenta los puntos anteriores, es importante destacar que la cuestión del por qué abordar los temas del cambio climático está estrechamente ligada a las corrientes de los partidos. ¿Cómo quieren ser percibidos por su electorado? ¿Qué imagen del futuro quieren dar? Debe quedar claro que los temas de cambio climático y medioambiente no son una decisión únicamente de carácter técnico, sino también político. Si tomamos la experiencia alemana, un aprendizaje podría ser que los partidos del centro en América Latina deberían de destacar el cambio climático como uno de sus temas centrales y vincularlo con los principios y valores de su partido, no solo para construir puentes políticos en el caso de que fuera necesario.

De la teoría a la práctica

Entonces ¿cómo deben abordar los partidos los temas de cambio climático? O, mejor dicho, ¿qué áreas de oportunidad pueden aprovechar los partidos?

En la línea de la cita de la canciller alemana, los partidos deben entender que es importante dejar claro que las políticas de cambio climático también son políticas económicas y sociales. Esto, a su vez, crea la necesidad urgente de reinterpretar temas sociales y medioambientales como oportunidades económicas. Además, al momento de identificar áreas de oportunidad, es indispensable recordar que se trata de combinar los valores de los partidos, las demandas de la sociedad y del sector privado, así como las oportunidades que ya existen, con una mirada hacia el futuro. Con esto, el objetivo para el partido debería ser saber cómo combinar políticas económicas y sociales con políticas de cambio climático.

Recuperación sostenible y economía circular

No es un secreto que la región de América Latina ha sido el epicentro de la pandemia y también que ha sido la región que económica y socialmente ha sufrido más que otras. Por lo tanto, con la actual pandemia y los retos vinculados a la recuperación económica, la necesidad de responder rápidamente para evitar una grave crisis económica puede ser un argumento de peso para hacer caso omiso de las consideraciones climáticas. Pero un simple retorno al statu quo anterior a la pandemia no será posible. Por el contrario, los partidos deberían optar por una recuperación que incluya aspectos económicos (como el crecimiento), sociales (pensando en bienestar social) y ambientales (es decir, coherentes con el medioambiente). Para América Latina, apostar por una recuperación sostenible significa apostar por la creación de empleos y a la vez conciliar con el sector empresarial, así como contestar a las demandas de la población.

Con esto, es interesante observar que la narrativa hacia una recuperación sostenible ha crecido bastante en los últimos meses. Múltiples declaraciones, manifiestos, expresiones de voluntad de diseñar de mejor forma la etapa poscovid se han publicado por gobiernos en América Latina. Esto, de un lado muestra la actitud cambiante y el interés por responder a las demandas sociales. Del otro lado, sin embargo, no se han visto propuestas políticas concretas de parte de partidos políticos que pudiesen canalizar los entusiasmos de una manera innovadora.

Entonces, para ver en concreto cómo los partidos pueden hacerse dueños de la temática, vale la pena mirar hacia un instrumento que tiene el potencial de hacer posible una recuperación sostenible: la economía circular.

La economía circular ha ganado la atención de organismos internacionales, gobiernos, empresas y organismos no gubernamentales como un camino hacia la sostenibilidad económica, social y medioambiental. Varios países de la región han sido ejemplos con sus estrategias nacionales, leyes de circularidad y hojas de ruta, pero hay mucho más potencial para llegar a la población y volverlo un tema de programa político. Con esto parece casi ingenuo que ningún partido haya tomado la economía circular como su tema de bandera. Por el contrario, los partidos políticos no movilizan o, al menos, no comunican sus trabajos sobre economía circular y no se visualiza un liderazgo político fuerte en la región, a pesar de que el tema —hasta el momento— no genera gran rechazo y no tiene connotaciones negativas para la comunidad. Por lo tanto, la economía circular se vislumbra como un área muy atractiva y positiva desde la comunicación política y medioambiental.

Con esto es importante mencionar que el sector público en la economía circular es el único actor que puede alinear y cambiar incentivos de los sectores académicos y empresariales con el objetivo de generar conocimiento aplicado que sea utilizado por las empresas a nivel de pequeñas, medianas y grandes corporaciones. En línea con esto, es crucial entender que el concepto de la economía circular no solo significa reciclaje y el manejo de residuos. Hay muchos sectores con potencial como la construcción, el comercio y la agricultura. Y, sin duda, al vincular economía circular con desarrollo sostenible y crecimiento verde se abre la puerta para convertirlos en temas transversales, y no de nicho. Por eso, los partidos políticos del centro pueden tomar esta bandera para formular su agenda política y para retomar la colaboración crucial con el sector priva-

do. La integración de emprendimientos ha sido una fortaleza en los proyectos de economía circular y el trabajo entre partidos y sector privado será una fuente importante de empleo, inspiración e innovación.

Otras áreas de oportunidad: agricultura, energías renovables

Ligadas a la recuperación sostenible, se ofrecen otras áreas de oportunidad que además tienen su base en el electorado de los partidos de centro y que podrían volverse temas de bandera.

La agricultura, que es el sector que genera más gases de efecto invernadero en América Latina pero a la vez el que más sufre las consecuencias del cambio climático, tradicionalmente ha sido un tema de partidos de centro. Entonces debería ser lógico para un partido la búsqueda de soluciones a los retos de este sector. Tener un perfil claro de cómo lograr un nexo entre la agricultura y el medioambiente no solo significa votos, sino base de vida y preservación para toda la región.

Otro ejemplo pueden ser las energías renovables que, de igual manera, decidirán el futuro en América Latina. Sin duda, las inversiones necesarias para garantizar una transición energética en la región solo se darán si los gobiernos pueden ofrecer un contexto seguro para las inversiones. Y es justo ahí donde queda claro que la cooperación con el sector privado se tiene que fomentar junto con la necesidad de capacitación e inclusión de actores para facilitar la mitigación, identificación de riesgos y adaptación, incluyendo proyectos de innovación, convicciones que han formado parte fundamental de los programas de los partidos de centro.

Otra área de oportunidad para las plataformas políticas por su naturaleza es la protección del medioambiente y la cooperación con las voces a favor del medio ambiente. Según el punto de vista demócrata-cristiano, la meta de la dignidad humana, los derechos humanos y la justicia social está vinculada con la política energética, la política climática y la política ambiental. Por lo tanto, el Acuerdo de Escazú es una buena oportunidad para los partidos de articular sus visiones con respecto a la protección del medioambiente. Es de destacar que muchos partidos de centro se han articulado a favor del Acuerdo. En vista a la Cumbre de Biodiversidad y a la Cumbre de las Partes (COP), la articulación política sobre estos temas tiene todavía más potencial.

En lugar de presentar escenarios devastadores, el enfoque debe estar en ofrecer soluciones concretas e integrales.

Oportunidad y obligación para los partidos del centro

Estas áreas de oportunidad muestran, sobre todo, que los partidos no tienen que buscar asuntos completamente nuevos. Al contrario, existe la oportunidad de retomar temas tradicionales para los partidos que saben integrar aspectos económicos y sociales con una visión de futuro.

Sin duda, la capacitación de funcionarios públicos y el diálogo con expertos y la ciencia será la clave, no solo para entender la complejidad y el abanico de asuntos en torno al cambio climático, sino sobre todo para trasladarlos a propuestas políticas concretas, capaces de atraer a la población. Esto también ayudará a crear una narrativa de que la sostenibilidad, el cambio climático y retos de la transición energética son temas transversales e innovadores. Y en consecuencia, los partidos lograrán mostrar que una política climática no es de izquierda, ni debería dejar estos temas en manos del discurso político de la izquierda. Por el contrario, las políticas climáticas significan política económica y social. En lugar de presentar escenarios devastadores, el enfoque debe estar en ofrecer soluciones concretas e integrales.

Incluir temas ambientales en la agenda política sin duda podría ser el camino para satisfacer a los votantes actuales, pero también para ganar nuevos electores y, por lo tanto, se ofrece como la oportunidad para fortalecer a largo plazo el perfil resiliente de los partidos. Por último, la cooperación entre pares mediante plataformas políticas ayudará no solo a aumentar el intercambio en la región sino a dar a conocer casos exitosos de partidos.

Los temas del cambio climático, el medioambiente y la sostenibilidad han llegado para quedarse. Serán justamente los partidos de centro los que lograrán integrar esta agenda en sus plataformas desde una visión orientada al bien común. Con esto pueden no solamente evitar que otros impongan sus conceptos sobre estas temáticas, sino conectar con nuevos grupos de votantes y así ampliar su base electoral.

Los partidos de centro tienen no solo la oportunidad única, sino sobre todo la obligación de mostrar que sus caminos y programas políticos pueden transformar a América Latina en una región más sostenible.

Referencias bibliográficas

  • SPDA. (2021, febrero 25). Elecciones 2021: ¿Qué proponen los partidos en temas ligados al cambio climático? SPDA Actualidad Ambiental. https://www.actualidadambiental.pe/elecciones-2021-propuestas-cambio-climatico/
  • Montaño, D. (2021, febrero 1). Medio ambiente: ¿Qué proponen los candidatos presidenciales en Ecuador? » Mongabay ».

Nicole Stopfer

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Nicole Stopfer / dialogopolitico.org
Directora del Programa Regional Seguridad Energética y Cambio Climático en América Latina (EKLA-KAS).