Capacitaciones se brindan en 489 Tambos del programa PAIS para impulsar emprendimientos que mejoren su calidad de vida.
Iniciar un emprendimiento que permita sacar adelante a sus familias es el objetivo que se han propuesto más de 80 000 mujeres en comunidades rurales. Para alcanzar este sueño, se capacitan de manera constante en 489 Tambos del Programa Nacional PAIS, del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis).
En estas plataformas de servicios, ubicadas en 22 regiones de la sierra y la selva, acceden a talleres y capacitaciones que potencian sus actividades agrícolas, ganaderas y artesanales, contribuyendo a que generen mayores ingresos, revalorando su cultura y empoderándolas dentro de sus comunidades. En lo que va del año, se han brindado más de 172 000 atenciones.
Jenny Pérez, por ejemplo, es una madre huanuqueña que a través de los talleres de costura que recibe en el Tambo Malconga, ha iniciado un emprendimiento de elaboración y venta de buzos, chompas, carteras y mochilas, para mantener a su familia. “En el Tambo he aprendido sobre confección, el uso de las máquinas de coser y la elección de telas y materiales”, destacó.
Por su parte, Andrea Sutta y Paulina Huallpa, madres cusqueñas que poco a poco vienen transformando sus vidas, las de sus familias y la de su comunidad, con la crianza de cuyes y gallinas en galpones que implementaron en sus casas, en el distrito de San Sebastián, gracias a las capacitaciones que reciben en el Tambo Quillahuata.
Mientras que, en Junín, Evelyn López, ha potenciado sus habilidades para promover el consumo de alimentos saludables y, a la vez, generar sus propios ingresos, con la elaboración de mermeladas artesanales ricas en antioxidantes, en el distrito de Apata.
Estas historias son ejemplo de superación y lucha de mujeres en zonas rurales, que son potenciadas a través de los Tambos del programa PAIS del Midis con el apoyo de entidades públicas y privadas.
Cabe destacar que en estas plataformas también acceden a atenciones en salud, orientación frente a la violencia familiar, el pago de subvenciones económicas, apoyo educativo, entre otros servicios.
– Jorge Llata
