2021: la Dra. Elsa Tueros recibirá las Palmas Magisteriales en Grado Amauta, el mayor reconocimiento que el Estado peruano concede a un educador. La docente pasa esta etapa dedicada a sus clases virtuales y a la investigación, y disfruta de la calma del jardín de su casa.
Entre 1990 y 1999, la Dra. Tueros fue decana de la Facultad de Educación de la PUCP.
¡Orgullo PUCP!
La Dra. Elsa Doraliza Tueros Way, docente principal de la Facultad de Educación de la PUCP, recibirá el más alto honor que el Estado peruano concede a nuestros educadores: las Palmas Magisteriales en Grado Amauta. Este merecido reconocimiento llega luego de más de 48 años dedicados a la docencia, especialmente a la formación de futuros educadores.
“Tuve la suerte y felicidad de consagrar mi vida a la educación. Recibo este reconocimiento, que me otorgan de manera muy generosa, en nombre de todos los educadores del país que silenciosamente dedican su vida para lograr que sus estudiantes, niños y jóvenes puedan encontrar el mejor modo de vivir. Estas Palmas Magisteriales son también un reconocimiento a mi Universidad, que me ha permitido servir”, dijo la experimentada maestra, quien ha tenido como alumnas a la Dra. Cristina Del Mastro, vicerrectora académica; la Mag. Rocío Espinel, directora de la DAES; y la Dra. Diana Revilla, actual decana de la Facultad de Educación; entre otras destacadas profesionales y académicas.
Mi mayor satisfacción ha sido buscar cómo aportar al desarrollo integral de los jóvenes que se preparan para ser los educadores que el Perú necesita. Si alguien está inclinado a desarrollarse como persona y profesional, dedicarse a la educación es un camino profundo y hermoso que ayuda a la construcción de un mundo más humano e igualitario”. Dra. Elsa Tueros
Vocación de maestra
Desde muy joven, la Dra. Tueros abrazó su vocación. “Mi madre, profesora, generaba armonía en las relaciones humanas. Su empatía, serenidad y alegría como docente me inspiraron”, dice la profesora. Por ello, apenas terminó el colegio, estudió por tres años en la Escuela de Educación Magisterial de la PUCP, donde obtuvo el título de profesora en educación básica.
En 1960, decidió continuar con su formación en la Universidad para obtener el bachillerato y, posteriormente, el Doctorado en Educación. “Me daba nervios postular porque pensaba que no estaba preparada”, confiesa la educadora. Sin embargo, con el apoyo de su mentora, la Dra. Adriana Flores de Saco, logró hacer frente a sus temores para alcanzar nuevos logros profesionales. Así, en 1970, viajó a Italia, España y Reino Unido para estudiar cursos de teología, filosofía y educación, y observar otras maneras de enfocar la enseñanza. A su retorno, dos años después, el entonces rector Felipe MacGregor le encomendó la dirección de la Escuela de Educación Magisterial de la PUCP, cargo que asumió a los 28 años.
Desde entonces, ha ocupado numerosas posiciones de responsabilidad en la PUCP: fue decana de la Facultad de Educación durante tres períodos (1990-1999) y jefa del Departamento de Educación en dos oportunidades; además ha sido directora del Centro de Investigaciones y Servicios Educativos, y ha participado en órganos de gobierno PUCP, como la Asamblea Universitaria y el Consejo Universitario.
Palmas Magisteriales
¡Celebremos la trayectoria de la Dra. Elsa Tueros! Te invitamos a participar en la transmisión de la ceremonia de entrega de las Palmas Magisteriales en Grado Amauta, a cargo del Dr. Ricardo Cuenca, ministro de Educación. La cita es este viernes 22 a las 6 p.m. a través de la cuenta de Facebook del Ministerio de Educación.
Distancia virtual
Durante el año 2020, la educación a distancia en la modalidad virtual permitió a la Dra. Tueros continuar dictando clases a sus estudiantes de cuarto y noveno ciclo. Con el apoyo de un asistente (para los temas tecnológicos), la docente se apropió del Zoom y de otras herramientas de enseñanza. Adaptarse nunca fue un problema, ya que desde hace años está acostumbrada a dar clases con la plataforma Paideia.
“Preparar los cursos virtuales exige más tiempo, me he tenido que quedar hasta altas horas para desarrollar temas y crear. Pero, junto con otros colegas de mi área, estamos muy satisfechos con los resultados. Acompañar la formación del estudiante requiere mucho diálogo. En mi caso, he tenido que dedicar muchas horas en asesorías. Hemos generado una práctica dialógica fenomenal. He sentido a los estudiantes contentos con los aprendizajes. No faltaba casi nadie a las sesiones, salvo algún problema de conectividad”, señala la profesora, quien pasa esta etapa de confinamiento en casa en plena actividad.
Educar con ética
Además de dar clases, la Dra. Tueros prepara un cuaderno pedagógico sobre ética en la práctica docente. “Estoy convencida de que los profesores ven la ética como algo etéreo. Estoy desarrollando un material didáctico para que puedan profundizar sobre el sentido de la ética con los estudiantes. Como educadores, tenemos que hablar sobre ética y ser testimonio de valores. Los bienes materiales nos pueden dar calidad de vida y adquirir conocimientos es la base de la excelencia, pero todo esto no tiene sentido sin ética y moral”, afirma la educadora, quien en los últimos tres años se desempeñó como presidenta del Tribunal de Honor de la Universidad, instancia que resolvía procedimientos disciplinarios de estudiantes.
Aunque sabe que pronto debe jubilarse, espera continuar dictando sus cursos favoritos: Teorías de la Educación y Ética Profesional. “Mi mayor satisfacción ha sido buscar cómo aportar al desarrollo integral de los jóvenes que se preparan para ser los educadores que el Perú necesita. Durante mi carrera, he viajado con mis estudiantes para que conozcan y aprendan de distintas realidades educativas del Perú. Si alguien está inclinado a desarrollarse como persona y profesional, dedicarse a la educación es un camino profundo y hermoso que ayuda a la construcción de un mundo más humano e igualitario”, dice Tueros, cuyas enseñanzas han dejado huella en varias generaciones de educadores.
→ Autor: Fiorella Palmieri | Fotos: Archivo personal, Héctor Jara