— Estamos próximos a cumplir el Bicentenario de nuestra Independencia y el Estado a través del Ministerio de Cultura aún no soluciona el saneamiento físico legal de nuestro Patrimonio Cultural. Esto es clave porque cuando se requiere realizar una intervención ya sea que lo haga el propio Estado o con el apoyo de instituciones privadas, académicas o de la organización civil NO se puede actuar.
Por lo tanto, en estos casos, el propio Ministerio de Cultura actúa como el “perro del hortelano”. No soluciona los casos, ni interviene en la recuperación, restauración o Puesta en uso de nuestro Patrimonio y peor desalienta a aquellos que quieren realizarlo.Desde la sociedad civil, diversos colectivos, académicos y personas informadas realizan la difusión, la divulgación y promueven el sentimiento de pertenencia e identidad con los diversos recursos culturales que tenemos en el país; pero es lamentable ir con visitantes a los diversos sitios arqueológicos e históricos y ver el abandono en que lo tiene el Estado.
Hasta ahora, con motivo del Bicentenario las voces de las instituciones estatales sólo quedan en el discurso y en la foto. Necesitamos de acciones concretas. El caso de la “Casa, capilla de la Antigua Hacienda Punchauca”, en 1974 el Ministerio de Agricultura, mediante RD N° 2461-74-DGRA-AR, del 6 de noviembre, adjudicó las tierras de la hacienda Punchauca a los campesinos de la Cooperativa Agraria de Producción “Caudivilla, Huacoy y Punchauca Limitada N° 42”.
En dicha resolución se consigna literalmente: “Que, no es materia de la presenta adjudicación una superficie de 46 Has. 4,931 m2. de los predios rústicos “PUNCHAUCA, CAUDIVILLA Y ANEXOS CONCON Y HUACOY” … por estar ocupada por ruinas y construcciones de valor histórico”.
Este documento es la “partida de nacimiento” de la casa, capilla de la hacienda como construcción de valor histórico. La trascendencia histórica más reconocida en el Perú, es que en los ambientes de la casa se desarrolló la entrevista entre el Libertador José de San Martín y el virrey José de la Serna, para buscar la independencia pacífica del Perú. Este hecho se produjo el 2 de junio de 1821, y por ello la edificación fue la “sede intercontinental de la diplomacia”. Pero también debemos conocer que en el antiguo Perú se construyó la huaca “punchao” y sobre ella se construyó la casa hacienda.
En enero de 1881, durante la ocupación chilena a Lima, desde aquí se envió una carta que salvo a la ciudad del incendio que los chilenos provocaban, días antes lo habían hecho con Chorrillos y Miraflores. Desde 1974 el Estado lo debió asumir como integrante del patrimonio monumental de la Nación y debió realizar su saneamiento físico legal e inscribirlo en el margesí de bienes del Estado.
Han pasado 44 años, 5 meses a la fecha (marzo 2019), en que ninguna gestión y por la ineptitud de los funcionarios del ex Instituto Nacional de Cultura y hoy Ministerio de Cultura han logrado realizar el saneamiento físico legal. Sólo lo declararon “Patrimonio Monumental de la Nación” (1980) y “Monumento Histórico” (1987), pero no intervinieron en su cuidado y recuperación. El abandono y la decidía institucional por parte del propio Estado ha hecho más daño a nuestro patrimonio cultural.
¿Qué hacer?
Edgar Quispe Pästrana, es integrante del Comité Patriótico Bicentenario de la Independencia del Perú de Carabayllo, Becario del Concejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), México, y realiza un Doctorado en Ciencias Sociales en el Colegio de Michoacán, México. Coautor. Libro: Carabayllo, Génesis de Lima Norte, 2011 — me siento preocupado(a) en Carabayllo, Lima, Peru.
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