“La baja legitimidad es la poca capacidad de las autoridades representativas para convencer y producir obediencia convencida. Cuando se contrastan las opiniones de la gente con las percepciones del Gobierno hay una diferencia enorme que, justamente, provoca el mayor enfrentamiento. Y no se percibe que las élites busquen salidas políticas urgentes, pues el discurso gubernamental y el desempeño de los congresistas no hace sino recalentar el ambiente, resentir los ánimos y atizar más el conflicto. Podrán quedarse todos, pero los problemas también”
Aquí pueden leer mi columna completa
https://lnkd.in/etRDKpHg
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» Fernando Tuesta Soldevilla
Profesor en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP)
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