— No son genios ni superdotados, son cuatro peruanos que no dejaron pasar las oportunidades y con esfuerzo llegaron a trabajar en Google, uno de los gigantes del mundo de la tecnología.
Por dos semanas, Rosalva, Mirella, Manuel y Rodrigo regresaron a su patria para compartir sus conocimientos con jóvenes peruanas que estudian desarrollo web en Laboratoria; pero sobre todo para demostrar con sus historias que nada es imposible, si ellos pueden otros peruanos también.
«Ansiaba trabajar en Silicon Valley”
Desde que estudiaba ingeniería informática en la Universidad Católica del Perú, Rosalva Gallardo tenía claro que iba a trabajar en Silicon Valley (California), el gran parque tecnológico de los Estados Unidos. No imaginó que, años más tarde, lo haría en una de las sedes de Google como Gerente de Programas de Software para Google Cloud Platform, donde es especialista en temas de seguridad y privacidad en la nube.
Sin embargo, conseguir ese puesto no fue fácil y saber que faltan más mujeres en el sector tecnológico fue su mayor aliento. “Me emociona cuando las chicas me preguntan cómo entré a trabajar en Google. Eso es una gran transformación y ser parte es increíble”, comenta emocionada.
El camino hacia Google comenzó cuando decidió postular a una beca (fellowship) de doctorado en Estados Unidos. El inglés no fue impedimento, con lo poco que sabía voló a la Universidad de California y estudió con todo pagado. Recuerda que hasta la laptop le dieron gratis.
“Eso es lo que poca gente sabe, para estudiar un doctorado allá no necesitas un título, ni maestría, con tu bachiller puedes hacerlo. Muchos me decían que no me iban aceptar y ahora mírame”, comenta Rosalva quien además lidera el grupo de peruanos, alrededor de 60, que trabajan en las empresas de tecnología de Silicon Valley.
Precisamente un amigo del grupo le recomendó aplicar a Google, sin imaginar que pasaría por el proceso de selección más largo de su vida, pues fueron cuatro meses de entrevistas y pruebas complicadas, pero finalmente lo consiguió.
“Desde entonces han pasado cinco años y cada día es un reto, pero lo que más me gusta de trabajar en Google es que le dan mucho poder al empleado, nos dan toda la confianza», cuenta esta ingeniera de 40 años.
«Todas mis entrevistas fueron por videoconferencia”
Mirella Miranda tiene 38 años, es abogada y nunca se imaginó trabajar para Google en Perú. Después de ejercer 5 años su profesión, decidió estudiar una maestría de Administración en Chicago. Al terminarla regresó y en su búsqueda de empleo se enteró que Google abriría sus oficinas en el Perú.
“Postulé en el 2011, el proceso duró tres meses y me entrevistó gente de diferentes países, de Brasil, Colombia, Argentina, Estados Unidos, pero nadie de Perú y todo fue por videoconferencia. Allí me di cuenta del gigante al que estaba postulando”, comenta Mirella, quien ahora se desempeña como embajadora de Google.org y es líder de women@google.
Lleva 6 años trabajando en Google con sede en Perú y lo que hace es asesorar a los principales anunciantes peruanos en tendencias de búsqueda, tanto en el buscador como en YouTube. Con esa información ellos pueden robustecer sus estrategias de marketing.
De Arequipa a Google
Manuel Bellido pasó de enseñar matemáticas en Arequipa a trabajar como ingeniero de software en la plataforma Double Click de Google, en la sede de Seattle (Washington), un empleo que le demanda trabajar casi todo el tiempo en equipo. Pero ¿cómo llegó este arequipeño de 31 años a trabajar en uno de los lugares preferidos por el mundo?
“Cuando estudiaba Ciencias de la Computación en la Universidad de San Pablo, un amigo me comentó que era posible hacer pasantías en Google, entonces averigüé y postulé. Lo que yo siempre recomiendo es que pierdan el miedo a preguntar o investigar, no somos diferentes a otras personas, solo es cuestión de iniciativa”, nos cuenta este joven ingeniero, quien además entre risas nos da una pista de cuánto gana un “googler”: “Los sueldos en Google son muy competitivos, y compensa el esfuerzo que uno hace para llegar allí”.
“Hay que intentar las veces que sea necesario”
Rodrigo Lazo Paz es un ejemplo de perseverancia. Cuando era estudiante de ingeniería en la Universidad San Pablo de Arequipa se enteró del programa de verano de Google (Google Summer Of Code) dirigido a estudiantes para que trabajen en proyectos de software libre desde casa.
Postuló una vez y no fue aceptado, a la segunda recién pudo ingresar al programa. Luego vinieron las pasantías, y algo similar pasó, nunca era aceptado a la primera pero eso nunca lo amilanó, sino que se esforzó más hasta conseguirlo.
Luego, siguiendo los consejos de sus profesores, decidió dejar su natal Arequipa y viajó a Brasil sin saber portugués y algo de inglés. Cuando llegó, postuló a una beca en la Universidad Pública y lo consiguió, poco a poco fue haciendo un camino para llegar hasta Google, donde hoy trabaja en la sede de Bello Horizonte en el proyecto de “Google for families”.
“En el proyecto tratamos de modificar los productos de google para que sean amigable a las familias. El producto en el que estoy trabajando se llama Google Family Link, una aplicación para celular que ayuda a los padres a tener cierto control sobre lo que sus hijos hacen en el celular”, cuenta Rodrigo, quien ya lleva 5 años trabajando en Google.
Como mensaje final, este arequipeño nos dice que lo más importante es creer que se puede e intentar hasta lograrlo.
— María Fernández Arribasplata / andina.pe
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