♦ Teresa Burga, aunque pasada por alto por las instituciones de arte hasta hace poco, continuó creando trabajos sobre sistemas artificiales y burocracias durante una carrera de 30 años en la oficina de aduanas de Lima.

Teresa Burga, pionera en el conceptualismo latinoamericano, falleció a los 86 años. El Ministerio de Cultura de Perú, donde vivió y trabajó la mayor parte de su vida, → anunció su muerte en Twitter , y así lo ha confirmado su nuevo La galería de York Alexander Gray Associates, así como su galería de Berlín, Galerie Barbara Thumm.

Burga nació en 1935 en la ciudad portuaria de Iquitos, pero se mudó de niña a Lima con sus padres. Después de formarse inicialmente como arquitecta, en 1966 se convirtió en una de las seis artistas con sede en Lima que formaron el Grupo Arte Nuevo, un colectivo que quería impulsar los movimientos contemporáneos del pop, el minimalismo, el op art y los acontecimientos en el Perú. En 1968, viajó a los Estados Unidos con una beca Fulbright donde estudió en el Art Institute of Chicago durante dos años, y recibió su MFA en 1970. Durante todo este tiempo, Burga impulsó aún más los elementos conceptuales de su trabajo y cuestionó las nociones convencionales de arte. autoría mediante la creación de objetos que cualquiera podría replicar a través de esquemas detallados que hizo. En 1971 regresó al Perú, entonces bajo el régimen autoritario de Juan Velasco Alvarado.

«Ella todavía estaba haciendo arte mientras trabajaba en la aduana», dice Alex Santana, un historiador del arte que trabajó en estrecha colaboración con Burga para la exposición del artista de 2019 en la galería de Nueva York Alexander Gray Associates. “Por supuesto que entonces no estaba produciendo obras a gran escala, pero el curador Miguel López escribió que su tiempo de trabajo en aduanas fue casi una extensión de su práctica conceptual, porque gran parte de su trabajo anterior a eso era sobre sistemas, burocracias, regulaciones, y cómo esos sistemas artificiales impuestos pueden afectar los cuerpos, el espacio y las formas en que las personas pueden percibirse a sí mismas y a los demás en la sociedad «. La exposición en Alexander Gray se produjo poco después de que la galería comenzara a representarla, y fue solo su segunda muestra individual en Estados Unidos, luego de una encuesta de 2017 en el museo del Sculpture Center.

Como muchas mujeres artistas de su generación, aunque el reconocimiento de su trabajo llegó tarde, creció rápidamente. En 2006, cuando Burga tenía 70 años, dos jóvenes curadores peruanos, Miguel López y Emilio Tarazona, llamaron a su puerta y le preguntaron si podían hablar sobre su trabajo. “Simplemente no lo creía”, dijo Burga en una entrevista con López para la revista de arte Manifesta en 2014. “Finalmente acepté pensando ‘Está bien, déjenlos entrar y veamos qué pasa’, pero estaba realmente convencido de que no había nada que recuperar «.

Sin embargo, esa reunión llevó a una exposición individual en 2010 en el Instituto Cultural Peruano Norteamericano en Lima, su primera exposición individual en 30 años, y fue seguida rápidamente por más de una docena de exposiciones en todo el mundo en la década posterior. Su inclusión en Radical Women: Latin American Art, 1960-1985 , una popular exposición colectiva itinerante organizada por primera vez en 2017 por el Hammer Museum de Los Ángeles como parte del festival Pacific Standard Time, financiado por Getty, también despertó el interés por su trabajo en el NOSOTROS.

Con un resurgimiento masivo en la atención crítica, Burga volvió a trabajar en una serie de medios, incluida la escultura, el dibujo y la instalación, enfatizando y valorando el marco conceptual de cada proyecto individual por encima de todo. Sus primeras investigaciones sobre los roles sociales en Perú continuaron resonando y se incluyeron en su exposición de 2017 en el Sculpture Center en Nueva York, unos 50 años después de su creación, donde tuvo un equilibrio entre las obras más nuevas.

“El hilo conductor de gran parte de su trabajo es la fuerza fuerte y potente del azar, y qué parte de la vida es el azar”, dice Santana. “Ella iluminó las formas en que las jerarquías, los sistemas burocráticos y las categorías que colocamos en nosotros mismos son artificial, y la vida es realmente una casualidad.

→ Wallace Ludel / theartnewspaper.com

Foto de Portada: Teresa Burga en 2019 / Ross Collab

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