Están dañando tu cerebro, tus pulmones y tu sangre… incluso si llevas una vida «saludable». Pero hay algo que puedes hacer hoy mismo para protegerte👇
Desde los años 60 se estudian los microplásticos, pero en los últimos 5 años han sido detectados en sangre, cerebro, semen y hasta en la placenta. Están en el aire que respiramos, la comida, el agua y hasta en la ropa que usamos. ¿Qué tan pequeños son?
Los microplásticos van desde nanopartículas microscópicas hasta fragmentos de milímetros. Hay dos tipos:
• Primarios: Se fabrican para cosméticos, ropa, etc.
• Secundarios: Se desprenden al descomponerse plásticos más grandes. Nos invaden por el aire, el agua y lo que comemos.
¿Cómo entran en nuestro cuerpo?
• Por ingestión: Se estima que tragamos hasta 5g de plástico a la semana solo con comida y agua.
• Por inhalación: Respiramos hasta 22 millones de partículas al año.
• Por contacto con la piel: La ropa y productos que usamos también son fuente de exposición.
Los microplásticos están relacionados con problemas de salud bastante serios. Estudios recientes hallaron más microplásticos en los cerebros de pacientes con demencia. Pero también dañan el intestino, el metabolismo, los órganos vitales y hasta las hormonas.
–
1. Cerebro: inflamación neuronal y deterioro cognitivo al atravesar la barrera hematoencefálica.
2. Corazón: hasta 4.5 veces más riesgo de infarto y derrame cerebral.
3. Pulmones: inflamación crónica, daño pulmonar y cicatrices por fibras sintéticas.
4. Intestino: alteración de la flora intestinal y problemas digestivos.
5. Metabolismo: interfiere con el metabolismo celular y se vincula a resistencia a la insulina, obesidad y diabetes.
¿Lo peor? Una vez que entran… no podemos eliminarlos.
Entonces, ¿qué hacer para reducir el daño?
Aquí algunas recomendaciones
1. Reduce el uso de plásticos: evita cosméticos, botellas y utensilios de plástico.
2. Elige fibras naturales: opta por algodón, lino y lana en lugar de sintéticos como el poliéster.
3. Bebe agua filtrada: los filtros de calidad eliminan microplásticos del agua del grifo.
4. No calientes comida en plásticos: esto libera partículas que terminan en tus alimentos.
5. Usa purificadores de aire HEPA: filtran partículas pequeñas antes de que las respires.
6. Come pescados pequeños: sardinas, arenques, ostras y almejas suelen tener menos microplásticos que los peces grandes.
7. Evita ultraprocesados: acumulan plásticos por el envasado y el procesamiento industrial.
–
Refuerza tu alimentación con probióticos, fibra y comida real. Los fermentados como el yogur reducen la toxicidad de los químicos plásticos. Y una dieta rica en alimentos frescos minimiza riesgos.
Adriana
@adrianaia