Diplomacia en la sombra: cónsules honorarios


Una nueva investigación global liderada por ProPublica y el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, en la que CONNECTAS desarrolló el capítulo de Colombia, pone lupa a un cargo oscuro y poco revisado de la diplomacia internacional: los cónsules honorarios. Comerciantes de armas, narcotraficantes y personas relacionadas con el terrorismo han abusado de esta posición con el fin de pasar desapercibidos y hacer sus negocios en cientos de países. Al menos 500 cónsules honorarios han sido acusados públicamente de participar en una irregularidad, a pesar de su cargo diplomático.

Entérese de los hallazgos mundiales de esta investigación y los potenciales abusos de esta dignidad diplomática.


¿Quiere viajar sin demoras en migración sin tener carrera diplomática y sin que le revisen el equipaje; importar un carro sin pagar impuestos; recibir ventajas empresariales frente a sus competidores, haciendo negocios a nombre de otro país y obtener una comisión a cambio; gozar de un cierto grado de inmunidad y que las autoridades consideren que no pueden investigarlo?

Solo tiene que hacerse cónsul honorario.

A diferencia de embajadores y otros diplomáticos de profesión, los cónsules honorarios son personas que desde su país promueven los intereses de un país extranjero que los designa. A cambio, reciben ciertos beneficios y amparos legales propios de los diplomáticos de carrera. Pero estas garantías, sumadas a la falta de vigilancia y la poca claridad sobre quién puede controlarlos, ha permitido que muchos abusen de sus funciones e infrinjan la ley bajo el radar de las autoridades.

Traficantes de drogas, negociantes de armas y personas acusadas de asesinato, acoso sexual y fraude han recibido este reconocimiento diplomático. Esta investigación global, liderada por ProPublica y el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) en la que CONNECTAS desarrolló el capítulo de Colombia, identificó que al menos 500 cónsules honorarios han sido acusados públicamente de participar en una irregularidad, a pesar de su cargo diplomático. Unos de estos fueron nombrados después de ser acusados. Otros se aprovecharon precisamente de su estatus especial para cometer algún delito.


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